Segunda etapa de tren, más corta en tiempo y más entretenida que la anterior. LLegamos al compartimento y nos encontramos un chico ( que al final tenía 39 años) escocés que viajaba sólo en sus vacaciones haciendo más o menos el mismo recorrido que nosotros. Evidentemente su alegría fué enorme al encontrarse a una persona con la que hablar ( y nos referimos a Prada, ya que Barbe el pobre sólo escuchaba para pillar al vuelo lo máximo). Alistair al parecer también sufría una extraña dolencia, ya que al decirle que hablara lento para poder entenderle y poder participar los 3 de las conversaciones, decía que si con la cabeza pero me entra por ahi y me sale por allá. Total que con su acento escocés incluso Prada tenía problemas para entender algunas cosas. Así pues el viaje se hizo más ameno con las charlas sobre la final de Glasgow, sobre los trabajos, sobre escocia, Barcelona y mil temas más.
A destacar también la parada de 7 horas en la frontera Ruso-Mongola para el control de pasaportes, visados y demás. Al principio te bajas del tren, das una vueltecita con nuestro Scotish friend y con un grupo de jubilados ingleses por el pueblecito de turno, pero cuando ves que únicamente hay 4 supers para los turistas, 5 vacas, 6 rusos con cara de pocos amigos y Bambi correteando por ahi te resignas a seguir escuchando el acento del norte de las islas dentro del tren.
La llegada a Ulan Bator (capital de Mongolia) fué apoteósica. El tren llegó a las 7 de la mañana, el tiempo malo, lloviendo, como toda la estancia en este país. Bajamos con nuestro papelito con las indicaciones de donde estaba el hostal ( a priori a 100 metros de la estación).
Caminamos, preguntamos, para allá, nos indica una mujer con la mano, seguimos caminando, volvemos a preguntar, para el otro lado nos dice otra, y nosotros cargados como mulas. Con la tontería llevábamos media hora caminando y ya empezábamos a estar un tanto moscas. Entre tanto se iban parando coches a nuestro lado ofreciendo su servicio, pero la cara era de, "sube sube que de aquí no bajas".
La llamada al hostal no solucionó nada, porque no hablaban inglés, y claro, si ya ibámos justos de Ruso, de Mongol como que no. Así que a pesar de las 5 llamadas que hicimos y que nos hicieron, no huvo manera de entenderse, y después de estar 2 horas caminando en circulos, decidimos sacrificar el depósito que habíamos pagado y llamar a otro hostal del que nos habían dado la tarjeta en la estación. En este caso si que hablában inglés y nos vinieron a buscar.
El hostal era un poco flojito, en línea con la ciudad, pero el servicio era excelente y por fin nos encontramos ambiente mochilero, con gente de todo el mundo ( incluso un chico de barcelona, un poco borde todo sea dicho). Nada más llegar, nos ofrecieron una excursión de un día y una noche a un parque natural, con ruta en caballo, comida típica y noche en cabaña nómada que evidentemente cogimos.
La ciudad en sí no tiene nada del otro mundo, con su parte más nueva hecha con edificios de ladrillo, donde probablemnte vivan los más pudientes, y el resto, una gran mayoría, que viven en la periferia en cabañas típicas de aquí. La visión impresiona, ya que ver miles y miles de cabañas juntas, hasta el horizonte no se ve cada día.
La excursión fué de lo mejor que hemos hecho hasta ahora, salímos por la mañana en una furgoneta del hostal, con otros 7 chicos, y fuimos hacía el parque. Durante el camino nos dijimos que ojalá hubiéramos estado más tiempo aquí, ya que los paisajes son super bonitos, y organizan excursiones de 8 noches por apenas 150 euros con todo incluido. Ya tenemos excusa parta volver en un futuro.
Al llegar nos dieron un cabaña donde había una estufa en el medio y cuatro camas, con un agujero en el tejado por donde entraba el agua (seguía lloviendo a ratos) y el frío. Lo primero que hicieron fué servirnos la comida, una carne, con un sabor, color y textura un poco raras, enuelta con una especie de pasta, según supimos después era oveja, pero seguimos sospechando su procedencia. Después de comer fuimos ha hacer una excursión por la zona, para ver el valle desde lo alto, y poder sacar unas buenas fotos; la verdad es que no decepcionó y valió la pena la paliza de la subida. Al llegar otra vez al pequeño poblado, nos tenían preparados los caballos ( que por cierto eran muy pequeños) y fuimos a montar un poco. Para ser sinceros los pobres parecían super cansados y encima estaban algo desnutridos.
Para cenar nos brindaron de nuevo la misma carne, esta vez empanada. Terminamos el día en una tienda hablando con los otros a la luz de una vela, ya que no hay luz artificial.
Durante la noche Barbe sufrió el primer episodio infeccioso, no sabemos si por la carne con color raro, si por tocar a animales sucios o por ser un poco flojito, pero el caso es que se pasa fatal. En medio de la nada, en una cabaña con encanto, pero no nos engañemos, un poco cutre, con una cama durísima, con mucho frío, sin lavabo, sin luz y lo peor de todo con el fortasec en el hostal. Todo el viaje cargando el botiquin y cuando lo necesitamos no lo tenemos a mano.
El último día lo gastamos recuperando el sueño y algunos la barriga en el hostal y comiendo bien en nuestro pub irlandés donde se comía muy bien por 8 euros los 2.
El tren camino a Pekín nos sorprendió, ya que acostumbrados a lo cutre que habíamos tenido hasta el momento, nos encontramos que teníamos tickets de primera clase ( sólos en el compartimento!!), en un tren todo nuevo, con lavabo en condiciones, compartido cada dos y hemos tenido la posibilidad de descansar y recuperar fuerzas para afrontar los 8 días en Beijing.
El cambio de ancho vía fué espectacular, ya que nos metieron en un angar, separaron los vagones del tren, y fueron levantándonos con la gente dentro con unos gatos hidráulicos para cambiarles toda la parte de abajo.
Ahora estamos a 2 horas y con ganas ya de llegar y también de encontrar un bar para ver la FINAL de ESPAÑA, que nuestro amigo Alistairr acaba de venir a nuestro compartimento a decirnos el 3-0. Hemos tenido la mala suerte de que los cuartos y las semis nos han coincidido con días de tren, pero esta final no nos la perdemos.....vamoossssssssssssss.