sábado, 18 de octubre de 2008

Cambio de tercio

El pasado dia 6 se cumplieron cuatro meses desde que dejáramos nuestra añorada Barcelona, si bien nos parece que ha pasado una eternidad desde que familia y amigos nos despidieron en el Prat un 6 de junio que hoy recordamos como remoto. Ya es un tercio del camino lo recorrido y, aunque (si la suerte sigue acompañándonos) todavía tenemos ocho suculentos meses de andadura por delante, cada día que pasa difumina nuestro recuerdo de aquél 6 de Junio y hace que veamos el final de esta aventura un poco más cerca.

Con este motivo, nos gustaría dedicar esta entrada a compartir nuestras impresiones sobre lo hasta ahora vivido, con todos aquéllos que hayan seguido este humilde blog en algún momento durante este primer tercio de nuestro viaje.

¿Por dónde empezamos? Vamos primero a por lo fácil: los países visitados. Rusia, Mongolia, China, Vietnam, Camboya, Laos, Tailandia, Malasia, Singapur e Indonesia. STOP. Nota al pié: Pedimos disculpas de antemano a todos los habitantes de aquéllos paises que hayamos visitado hasta la fecha por lo que podamos escribir a continuación. Nuestra dinámica de viaje (y esto sigue siendo parte de la nota al pie) nos ha hecho visitar muchos paises en un espacio de tiempo relativamente corto, lo cuál básicamente deriva en que no duramos, por lo general, más de dos o tres semanas en cada país. Es evidente que lo que se puede llegar a conocer de según que paises en ese tiempo es minúsculo, y que para conocer mínimamente algunos de ellos (véase China) se necesitarian al menos los doce meses que este viaje pretende abarcar. Por ello, algunas de las opiniones de podamos compartir a continuación pueden no ser relamente representativas de los países en cuestión sino tansólo de aquellas partes que, para bien o para mal, hayamos visitado. Dicho esto, sigamos...

Rusia fué, especialmente Moscú, muy bonito aunque es uno de losl paises que, de los que hemos visto hasta hoy, menos nos ha aportado por ser el más parecido al nuestro. Aún así, fué un buen destino de transición entre nuestra España natal y la Asia más profunda. Rusia es uno de esos paises que nos encantó ver pero que se devaluó en cuanto pisamos nuestro siguiente destino, algo que nos ha pasado en otras ocasiones. El transiberiano fué una experiencia única aunque muy distinta de la que esperábamos. Pasar cuatro dias seguidos sin salir de un bagon de dos por dos metros recorriendo Rusia fué una experiencia que siempre recordaremos como algo especial pero que seguramente no repetiríamos. Visto en perspectiva, lo agradecemos como gran terapia de choque contra las horas y horas de autobús que más adelante hariamos en Asia.

Mongolia fué la primera gran sorpresa de este viaje y el primer gran fallo. Sorpresa porque no esperábamos encontrarnos con los paisajes increíbles de los parques mongoles y fallo porque sólo estuvimos tres dias por tener los billetes de tren hacia China comprados de antemano. Primera gran lección: hay que dejar más espacio para la improvisación.
Pekín fué nuestro primer contacto con el curioso submundo que es China, así como el primer lugar donde dedicamos unos días a descansar, después de haber recorrido 8,000 km en tren. La ciudad nos sorprendió por su modernidad y su gente por la amabilidad que muestran en todo momento. Además de Pekín, de China nos gustó Hong Kong, donde lo mejor fué encontrarnos con Mr. Albert Calvillo y conocer a sus amistades. Guangzhou nos demostró que en Europa somos cuatro gatos y que en China cualquier ciudad mediana tiene tantos habitantes como media España.

De China al sudeste asiático, que seguramente ha sido lo más divertido hasta la fecha. Vietnam fué especial por ser el nexo de unión con los que han sido nuestros compañeros de viaje durante los últimos casi tres meses y por tener algunos tramos muy bonitos, aunque una vez vistos Camboya y Laos, Vietnam queda en el recuerdo en segundo plano. ¿Quizá porque pecamos de avaros y quisimos hacer vida de playa en un país del que la playa es el menor de sus activos? Puede ser, pero la realidad es que recordaremos Vietnam como algo mediocre comparado con sus vecinos. Laos y Camboya fueron otra gran sorpresa. Quizás también porque eran dos de los paises sobre los que menos conociamos y por ello las expectativas eran menores. Lo paradójico es que, tanto viajando como en otros ámbitos, suele darte más aquél de quien menos esperas recibir. Camboya por sus espectaculares templos, por su naturaleza, por la curiosidad de ver a gentes que viven literalmente en cabañas. Laos por sus paisajes, sus monjes, sus mercadillos ambulantes, y por bajar el Mekong en donut parando en los bares en su orilla. Tailandia fué lo más divertido. Porque combina playas espectaculares con calidad de vida occidental y un ambiente festivo de mucho cuidado (véase la Full Moon Party).

Malasia es seguramente la gran perdedora de nuestro paso por el sureste asiático. Todo sea dicho, sólo vimos Kuala Lumpur, su capital, pero el país en sí nos dejo un sabor de boca un tanto amargo. No nos pareció que Kuala Lumpur puediera ofrecer (dejando de lado sus torres Petronas de 451 metros de altura) que no hubieramos visto ya en otras ciudades asiáticas. Singapur no nos sorprendió como destino turístico pero sí nos cautivó como posible destino en el que llevar una vida europea a orillas del pacífico. De Indonesia hemos visto poco (sobretodo teniendo en cuenta su tamaño) pero lo que hemos visto nos ha cautivado. Paraiso del surf y del buceo, es una Tailandia un tanto menos desarrollada, con olas más grandes y muchos menos turistas, lo que la hace de él un país todavía más exótico (sobre Indonesia escribiremos en la próxima entrada).

En resumen, si lo que se busca es un viaje de naturaleza y conocer otros modos de vida, Camboya y Laos son el destino. Si lo que prima es la diversión, la vida nocturna y los paraisos bajo agua, Tailandia o Indonesia son el país. Si lo que se quiere es cambiar de aires y mudarse a un pais asiático, Singapur, Hong Kong e incluso Pekín (con un poco más de esfuerzo en cuanto al idioma) son tres grandes opciones Y si lo que alguien pretende es vivir una experiencia como ninguna otra, entonces el transiberiano es su tren. (Y si alguien le gustan las emociones fuertes y lo que quiere es ser extorsionado por la policía rusa, el camino más rápido es comprarse un billete a Moscú....)

No sería una cuestión fácil, pero si tuvieramos que decidir un sitio al que volver, seguramente serían las Islas Gili en Indonesia y las islas tailandesas. Eso, porque somos unos enamorados del mar. Y día cada día que pasa, más. Si no lo fuéramos, seguramente escogeríamos Laos o Camboya.

Si, al contrario, tuviéramos que volver a todos los destinos menos a uno, es bastante probable que Rusia (lo sentimos Sr. Medvedev) o Vietnam se quedasen fuera.

A ver, sigamos. Sobre algunas de las preocupaciones que teníamos antes de salir de casa. La maleta, por ejemplo. Aquí sí que no hay nada que discutir. Simplemente, nos hemos pasado de ropa. Aunque es cierto que todavía nos quedan casi ocho meses y que el clima puede variar algo, sin jerseys y con un sólo tejano hubiéramos sobrevivido sin problemas. El cuántos llevamos nos lo reservamos. De los tres pares de zapatillas que llevamos, con dos (unas para correr y otras para salir) bastábamos. Del botiquin, nos sobra todo excepto el Augmentine para las infecciones de oído, el Ibuprofeno porque nunca se sabe cuando te puede doler una muela o los mismos oídos y el Fortasec por lo que es evidente (aunque es prescindible si se tiene acceso fácil a un buen plato de arroz). El ordenador pesa pero es fundamental para ir escribiendo las entradas del blog en momentos de lluvia, como el de ahora mismo, o en noches de insomnio, como la de ayer. Ah, y para los escépticos que se reían de Prada: la guitarra, imprescindible al cien por cien. Y el trípode, aunque no nos moriríamos sin él, nos ha permitido hacer fotos nocturnas (véase Hong Kong, las Petronas o la Plaza Roja) que nunca hubiéramos podido hacer de otra forma. Conclusión: estamos cargando cinco kilos de más porque sí, lo cuál era previsible. Pero nos están haciendo más hombres...

Venga, siguiente. La comida. Sin grandes problemas. A pesar de que hemos tenido un par de "indisposiciones" por barba, creemos haber superado con nota el examen asiático, sin duda el tramo gastronómicamente más complicado del viaje. Dietas a base de fideos fritos con vegetales y carne, pollo, o atún, lo mismo pero en arroz, y las hamburguesas con queso han sido los permanentes inqulinos de nuestros estómagos durante casi cuatro meses. Bastante fruta (unos más que otros), algunos currys (Giorgio, David: ni en Malasia lo hacen como el Grossman) y infinitos batidos de plátano y coco han puesto el resto. Es verdad, monótono. Pero barato. Pensad que nos hemos alimentado por una media de unos 5 euros al día.

Sobre el presupuesto, no podemos decir gran cosa porque no nos hemos puesto a hacer cuentas seriamente. Es que no tenemos tiempo ;). A groso modo, en Rusia estuvimos muy fuera de presupuesto aún habiéndonos marchado sin pagar el hostal. En China pecamos de novatos y acabamos hospedándonos en un hostal que estaba por encima de nuestras posibilidades, así que creemos que nos gastamos gastamos algo más de lo que tocaba. En Vietnam, Laos y Camboya gastamos bastante menos de lo presupuestado, seguramente un 70 u 80 por ciento, aunque ya contábamos con ello para compensar los precios de Rusia, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. En Tailandia estuvimos ligéramente por debajo del presupuesto porque se nos fué la mano con las inmersiones y los cursos de submarinismo, y además porque cogimos un avión que tuvimos que pagar aparte. En Malasia gastamos muy poco y en Singapur nos gastamos demasiado en comidas y salidas, aunque tuvimos alojamiento con piscina por la patilla. Creemos que, globalmente, estamos un poco por debajo de lo presupuestado en su día, lo cuál no nos pone las cosas fáciles porque los dos tercios de viaje venideros van a ser sustancialmente más caros que el primero. Qué se le va a hacer...habrá que comer mucha fruta, poca carne, compartir cama y, a las malas, tocar la guitarra por las calles.

Y luego está la convivencia...uy, la convivencia. Vivir veinticuatro horas al dia juntos durante ahora ya más de 130 días no es moco de pavo. Si a eso lo añadimos que tenemos que tomar decisiones cada dos por tres, la cosa se complica aún más. De acuerdo que no son decisiones de estado, pero el cuándo llegar, qué ver, qué no o cuándo irnos, son decisiones que hay que tomar y, siendo dos, el consenso es lo único que vale. Y, para qué nos vamos a engañar, aquí los mendas somos bastante cabezotas y cada uno quiere siempre salirse con la suya. Y ahí empiezan los roces, que ádemás de previsibles, no dejan de ser roces del día a día como los que tiene cualquier matrimonio. Y es que lo nuestro es, valga el símil, como un matrimonio sin sexo, lo que lo hace todavía más difícil...Bien seguro que el dia que nos llegue la hora de vivir en pareja estos meses de convivencia valdrán su peso en oro.

Piques puntuales a parte, la realidad es que hasta la fecha hemos sobrevivido decentemente el uno con el otro. El hecho de haber viajado acompañados casi tres de los cuatro meses de recorrido ha ayudado bastante. Si no, puede que ya estuviérmos de vuelta en Barcelona con un ojo morado cada uno. De hecho, viajar con más gente durante cierto tiempo es lo más divertido y seguramente lo mejor para preservar la salud mental. Y decimos cierto tiempo porque la experiencia demuestra que viajar con exáctamente la misma gente durante más de dos o tres meses crea más enemigos que amigos.

Para la tranquilidad de nuestros padres, vamos a viajar también acompañados durante los próximos dos meses, así que la continuidad de este peculiar matrimonio está bastante garantizada hasta que crucemos el ecuador de nuestro periplo por el mundo.

Si nos preguntáis que ha sido lo mejor y lo peor, ahí lo tenéis:

Lo mejor: Conocer Asia. Pablo. Xavi. Javi. Cris. Jabobo. Decir gracias en chino. Bañarse entre peces. El surf. Las inmersiones. Recorrer la Gran Muralla. Las cascadas. Un chapuzón en un cráter volcánico. Las llamadas a casa. Khao San Road. Los batidos de plátano y coco. Las excursiones en moto. La playa. Los paseos en bici. Revivir la guerra de Vietnam. Las Petronas. La hospitalidad de Huy. Su piscina. Ver a España la Eurocopa. Y a Rafa Nadal Wimbledon. Este blog y los comentarios que nos dejan (que aunque no son muchos, los apreciamos como no os imagináis...).

Lo peor: Los autobuses. Hacer la maleta. Deshacerla. Los autobuses. Las cucarachas. Las despedidas. La lluvia. El "ya no nos queda Fortasec". Las peleas. Los autobuses. Y poca cosa más.

Pues sí, esto han sido los primeros cuatro meses de odisea. Seguramente cambiaríamos cosas si pudiéramos volver atrás en el tiempo. Pero como no podemos, que nos quiten lo bailao.

Disculpas por el rollazo, se nos ha ido de las manos. Desde aquí nos comprometemos a invitar a una cerveza a todo aquél que haya conseguido leer toda esta parrafada de una sola vez. Y si le haya parecido interesante, entonces está invitado a una cena a nuestra costa.

Un abrazo.

Barbe y Prada

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho este resumen de vuestros primeros meses de viaje. No hay nada como la experiencia para aprender muchas cosas que no se olvidan nunca.
Coincido con vosotros en vuestra opinión sobre el estilo ruso, que he comprobado este verano.
Una vez leida esta crónica,ya estoy esperando la de Japón.

Un abrazo a los dos y seguid disfrutando.

Mª Victoria

Miguel dijo...

Me toca cerveza y cena!!! ;-P

Se q me repito, pero q envidia!!!!

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Lo que estáis haciendo es admirable desde los 4 costados, no tiréis la toalla, la experiencia que os estáis sacando está al alcance de muy muy pocos.

A mi también me debéis una cerveza (prefiero un batido de coco/plátano :P) y eso que solo conozco a la "mitad" del grupo y creedme cuando os digo que mantengo informado a todo el conocido que tenemos en común y que os lee mucha más gente de la que os escribe-contesta.

Ánimo pareja, y no penséis en lo que os queda de camino, sino en las experiencias que os quedan por vivir.

Os lo estáis currando cacho! aunque de momento, de todo, me quedo con "Barbe y las chanclas en la muralla China" ;)

Saludos!!

Edu.

Anónimo dijo...

a mi también me debeis una cerveza y una cena... creo que ha sido un buen trabajo de síntesis. Ahora ya se que andais por Japón y por su mercado de pescado, vigilad con el sushi que es pescado crudo y a ver si vais a tener que utilizar fortasec que por lo que contais va un poco escaso.

ya sabeis en Japón visitas rápidas como ellos aquí que en dos dias ya se han visitado media España.

espero que disfruteis de vuestro rancho en Australia.

hasta la próxima!!!

Nati

Anónimo dijo...

Yo también lo he leido de golpe porque me contaron que había invitacióna cerveza y a cena :P!!! jejejeje

Tienen toda la razón cuando dicen que se parece a un matrimonio :) hay peleas y momentos muy buenos :) creo que el truco es no tomarse las cosas tan en serio y no llevar todo al extremo... después de un año hablo por experiencia!! jeje :)

Les mando a los dos un beso muy grande y espero leer pronto sobre JAPON!!! o al menos hablar por el messenger!!! :)

Michelle

Anónimo dijo...

Muy bueno!!

Nuevamente la entrada nueva supera a la anterior... jeje

Esta claro que la gente se ha creido lo de la cerveza (miguel no miro a nadie) pero lo que no han entendido es que cuando volváis, con lo escuraos que estareis de pasta sera una de esas invitadas de "bueno, paga tu y ya te lo dare.." jeje.

Por cierto, estaria bien que en el comentario de australia nos contárais como le va tambien al Torito pq el tio... anda que explica... jaja

Edu, yo me quedo con lo de "se nos ha acabado el fortasec"... sin palabas... que duro... (bueno o que blando...)

un abrazo!

Cinto

Anónimo dijo...

Tituuu :)
Me gusta lo que leo! Saber de ti hace que te note mas cercano, aunque solo de pensar que tiene pasar este tiempo 2 veces mas.. porque mira q estos 4 meses se han hecho largos eh! Pero volveras, y ya no me deberas una cena, ME DEBERAS DOS! Jajjaja que no se me olvida, por si lo creías!
Y nada, sigue comiendote el mundo sin olvidarte de que aqui, te esperamos con los brazos abiertos.

Un besazo,
cuidate mucho!

Mua Titu :)

Unknown dijo...

A mi me toca una cerveza y una cena :-) Que conste que desde los madriles leo vuestro blog y luego se lo cuento a la family con todo detalle. Seguid disfrutando todo lo que podais!! Un beso mio, de mis padres y mi hermana.
María

Patricia dijo...

Hola!
Bueno, yo no os conozco personalmente pero empiezo mi viaje en una semana (lo mio serán 8 meses y menos destinos) pero vuestra experiencia aparte de entretenerme estos últimos días en Barcelona me va dando alguna que otra idea práctica de última hora.

Ánimo con el blog y a disfrutar!

Patricia

Anónimo dijo...

Compañeros, se que he estado un poco ausente. Aunque no tiene perdon el no haberos dicho nada anteriormente, solo os digo que he estado bastante liado. La vida o lo que es lo mismo, la vuelta no ha sido especialmente facil aunque ahora mismo ya estoy 100% adaptado: ya veo la tele, me cambio de calzoncillos y calcetines cada dia, las camisetas ya no las reciclo....

Promesas.

1. Barbe dame como mucho unas semanas y te envio las fotos que me pediste.

2. Guille: lo mismo, dame un pñazp y te envío un mail

Con mi humilde experiencia, Disfrutar ahora que podeis porque en vuestra vuelta estara todo cambiado!! Sobre todo vosotros

Un abrazo

Pavel

Anónimo dijo...

Eii!!!!
Me doy por invitada a una birra...jeje lo he leído todo y sin parar, y eso que vengo leyendo desde las islas gili!!!jaja

Me alegro que esteis bien, no sabes la envidia que me dais, yo en la uni escuchando al profe de conta, mientras leo vuestras odiseas.

Seguir con el blog, que es increible, siempre que puedo lo leo, y no sabes la ilu que me hace verme reflejada en alguno de vuestros comentarios, y lo mejor haber formado parte de un pequeño tramo de vuestro sueño.

Disfrutar un montón
Muchisimos besos

Cris, desde barcelona